Este verano, nuestros líderes juveniles conocieron a Dian, una jardinera del Bronx originaria de Jamaica, que ofrece su tiempo como voluntaria en el Jardín Comunitario de College Avenue. Y a pesar de que Dian vive en una comunidad que todavía enfrenta problemas como la drogadicción, la pobreza y el desempleo, compartió que se siente segura en el jardín y que desea que más jóvenes se comprometan con estos espacios. Como S, uno de nuestros líderes juveniles escribió en su evaluación del fin de programa: «Los jóvenes son la próxima generación, por lo que deberían involucrarse en muchas cosas para poder mejorar y estar preparados para el futuro».
Al planear nuestros días con los jóvenes en el jardín, estaba emocionada pero también nerviosa. Quería que nos divirtiéramos, pero también que fuésemos críticos y pensáramos en los problemas más profundos que agobian a nuestro planeta. Pensé «sí, debemos amar la tierra y volver a conectarnos con ella, pero ¿cómo luchamos contra los poderes capitalistas y extractivos que están matando a la naturaleza, que ven la naturaleza como materia muerta?». «Los activistas por los derechos a la tierra y comunidades indígenas alrededor del planeta continúan siendo asesinados y comunidades minoritarias desplazadas de sus hogares y tierras, ¿cómo intervenimos?». Y lo más importante, «¿cómo involucramos efectivamente a los jóvenes en estas conversaciones y les ayudamos a aprender de la Tierra?».
Nuestros líderes juveniles son individuos determinados que valoran las enseñanzas de ancianos y mentores para guiar sus pasos. «Todo lo que necesito saber lo aprendí de mi maestra de inglés de octavo grado … Ella me enseñó que el mundo no es justo, que todo lo que quiero, tengo que lograrlo por mi propia cuenta …», escribió M, motivada por un artículo que leímos en una de nuestras visitas al jardín; Dos Perspectivas Sobre la Naturaleza, que analiza las lecciones que la naturaleza nos enseña. La naturaleza también puede ser nuestra gran maestra, si le permitimos.
Algunos no parecen pensar en los jóvenes como fuerzas motrices para liderar el cambio, y evitan integrarlos a espacios dirigidos a estos esfuerzos. Han medido a todos los jóvenes con la misma vara. ¿Por qué? Quizás el hecho de que el Bronx es el distrito con las tasas de abandono escolar más altas influye en cómo se percibe a sus jóvenes. Podría parecer que la fe en la juventud está por los suelos. Sin embargo, a lo largo y ancho de la ciudad de Nueva York y más allá, los jóvenes y los trabajadores juveniles participan en esfuerzos pro justicia social significativos, entre los cuales están, por ejemplo, luchar contra la canalización de jóvenes afros y latinos de la escuela a la prisión, y el racismo institucionalizado; o contribuir a la creación de sistemas alimentarios justos y alternativos. Los jóvenes sí pueden y tienen el poder de lograr un cambio. ¡Y la “vieja escuela” debe apoyarlos!
Nos inspira el trabajo de nuestra amiga Dian y su deseo de involucrar a la juventud en el jardín. También nos sentimos inspirados por nuestros amigos en East New York, Kingston, y Red Hook, entre otros, y por los aprendizajes y las ofrendas de Farming While Black, cuyo currículo ‘La Juventud en la Tierra”, nos sirvió de guía para elaborar cinco sesiones de introducción al jardín para nuestro propio grupo. No termina aquí. Aquí comienza.
Por Maria Caicedo
Coordinadora de Cocina y Huerta